miércoles, 24 de julio de 2024

APROVECHA LA LUTEÍNA DE LA CALÉNDULA.

 


La luteína es un carotenoide afín ala mácula del ojo, se considera que la cuida, repara y protege. La mayor parte de los suplementos comerciales de luteína proceden de la flor de la caléndula ya que los pétalos de esta flor son ricos en este carotenoide. 

Por eso, aunque encontramos luteína en alimentos como perejil, espinacas, kale, maíz, yema de huevo, kiwi, naranja o pimiento, entre otros muchos, la caléndula -especialmente la de color naranja intenso- es otra opción de alimento medicinal interesante a tener en cuenta. 

 

La caléndula es una planta y alimento medicinal muy valorada desde la antigüedad por sus virtudes. Y ya su nombre botánico, calendula officinalis, nos está indicando que fue una planta oficial de la farmacopea antigua para tratar algunas dolencias. Esto lo indica el término officinalis de su nombre en latín. 

 

Además de carotenoides también contiene flavonoides, principios amargos, saponinas, resinas, mucílagos, etc., que actúan en sinergia. La sinergia de compuestos es importante a considerar cuando hablamos de plantas medicinales. 

Ya que las plantas actúan gracias a la sinergia de todos sus compuestos y no son solo un principio activo. 

 

La caléndula se ha utilizado tradicionalmente como vulneraria, antiséptica, como apoyo cuando hay fiebre, también en diversos problemas del sistema digestivo, por su poder para activar y ayudar a depurar el sistema linfático, e incluso se investiga su posible acción antitumoral. 

 

La caléndula es una planta muy fácil de cultivar, incluso en macetas, es una planta muy agradecida ya que al igual que la manzanilla, cuantas más flores le cortas más flores te da. 

 

Además, también se suele encontrar con facilidad en herbolarios para infusión, por lo que cabe preguntarse cómo podríamos incorporar esta flor a nuestra alimentación para aprovechar sus propiedades y también sus nutrientes para el sistema ocular. 

 

Todo depende de la forma de tomarla. 

 

La infusión de caléndula, por ejemplo, si bien tradicionalmente ha sido usada como apoyo del sistema linfático, digestivo, etc., y en ella extraemos algunos de los compuestos de la planta solubles en agua, no nos aporta luteína ya que este carotenoide no es soluble en agua, aunque sí lo es en aceite. 

 

Debido a esto, una de las mejores formas de aprovechar la luteína y las propiedades en general de la caléndula, sería incorporar los pétalos a nuestros platos directamente. Se consumen los pétalos sin el cáliz ya que éste puede ser un poco áspero para la garganta. 

 

Lo habitual suele ser ingerir de una a varias flores al día, mucho mejor si son frescas y poseen un tono naranja o amarillo intenso. 

 

Así que para aprovechar al cien por cien la luteína de la caléndula lo mejor es incorporar los pétalos frescos o secos, enteros o pulverizados en el momento, a la alimentación diaria como se hacía antiguamente que era muy normal, por ejemplo, echar caléndula a las sopas o para dar color al arroz. 

 

Podemos añadir pétalos de caléndula a: 

Ensaladas 

Arroces 

Potajes 

Guisos 

Sopas 

Postres, para darles color..

 

En platos calientes en general es mejor añadirla al final de la cocción. 

 

Por otro lado, aunque para consumo directo se toman solo los pétalos, si compramos la caléndula deshidratada para infusión o para hacer tinturas o aceites, es mucho mejor adquirir la flor entera con el cáliz ya que éste contiene sustancias valiosas como resinas que dan mayor potencia a nuestros preparados. 

 

Aunque encontrar caléndula seca de calidad en herbolarios no es fácil ya que esta flor se deteriora en muy pocos meses. Por eso, rara vez podemos adquirir flores secas que mantengan ese tono amarillo o naranja vibrante característico. 

Ese sería un signo de una caléndula deshidratada de calidad y recién secada, un color vivo parecido al que tiene la flor fresca. Si el tono está apagado, la planta quizá siga teniendo ciertas propiedades, pero habrá perdido potencia.  

 

Por eso, si podemos es ideal cultivar nuestras propias flores y además es muy fácil sacarlas adelante a partir de semillas.  

Y si no encuentras semillas de caléndula, aquí va un truco: encontrarás semillas en las flores secas enteras que venden para infusión, ya que siempre se les cuelan. 

 

Por otro lado, si puedes escoger, cultiva variedades que tengan flores de color naranja intenso ya que suelen ser las más ricas en carotenoides. 

 

Y a la hora de secar tus flores es importante secarlas rápido para evitar que se estropeen, un truco para secarlas rápido si tienes coche es ponerlas en una sola capa dentro de una caja de cartón en la parte trasera del coche protegidas de la luz. Si los días son algo cálidos en muy poco tiempo tendrás tus flores bien secas.  

Antes de guardar las flores secas es importante asegurarse de que están completamente deshidratadas estrujando el centro de la flor que debe estar bien crujiente, así evitamos sorpresas desagradables en un futuro cuando vayamos a usar esas flores que con tanto cariño hemos cultivado. 

 

Y por último, otra opción para incorporar los pétalos a la alimentación diaria es hacer una especie de pastillas mezclando pétalos secos recién molidos con crema de frutos secos o de semillas, como almendras o sésamo, añadiendo algún endulzante al gusto u otros ingredientes en polvo como cacao, raíz de regaliz etc., hasta conseguir una masa compacta. Con esta masa se forman bolas del tamaño de una cereza, se guardan en la nevera y se toman a modo de golosina. Aunque confieso que este método no me resulta agradable para consumir la caléndula.


ESTA INFORMACIÓN, NO ES, NI SUSTITUYE, LA CONSULTA, TRATAMIENTO, O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.



 Fátima Solé