jueves, 25 de agosto de 2022

Cómo hacer lejía de cenizas. Solo 2 ingredientes. Detergente ecológico.

 

TRANSCRIPCIÓN

Hoy quería compartir con vosotros una receta que me tiene fascinada, porque parece casi magia y vais a ver como con dos sencillos ingredientes, cenizas y agua, obtendremos un producto muy versátil para la limpieza del hogar.

La vamos a poder utilizar desde para limpiar distintas superficies hasta para lavar la ropa. Es la llamada lejía de cenizas, popularmente se la conoce así, aunque sería más una sosa potásica natural más que una lejía. 


Y los que no tenéis acceso a cenizas, porque no tenéis chimenea, quizá tengáis acceso a cenizas más fácilmente de lo que creéis, porque mucha gente que tiene segunda residencia o que tiene terrenos y hace quemas de podas, las cenizas las tira a la basura, así que quizá os las
podrían facilitar sin ningún problema si se las pedís. 

Cómo se prepara

Necesitaremos por un lado cenizas y las cenizas tienen que ser limpias, quiere decir que sean cenizas de leña o de madera, pero que no hay que ver restos de pintura,de barniz, ningún plástico, ningún papel, lo más limpias posible. Y si son de quema para cocinar, tienen que estar limpias las cenizas de cualquier
tipo de grasa, porque si están contaminadas con una grasa de la cocción, pues tampoco
nos van a servir. 

 Por otro lado, vamos a necesitar agua y el agua lo ideal sería que fuera de lluvia, pero como muchos no tendréis acceso a agua de lluvia, sirve el agua del grifo, siempre y cuando la hayamos dejado durante al menos 24 horas, reposando para que se evapore el cloro. . 

 Y en cuanto a las cantidades, dado que la composición química de las cenizas puede variar muchísimo, os voy a dar un truco para saber cuándo habéis alcanzado la proporción exacta de agua y de cenizas. Yo suelo empezar por tres partes de ceniza y cuatro partes de agua, pero podéis echar un poquito menos

de ceniza para empezar hasta que veáis cuánta ceniza os pide vuestra mezcla. 

Empezamos mezclando las cenizas y el agua y removemos bien. Vais a ver que empiezan a flotar en la superficie los trocitos de carbón que se han quedado en las cenizas. También podríamos haberlos tamizado antes en seco, pero yo prefiero hacerlo así porque así levanto menos polvo. Una vez han flotado en la superficie los trocitos de carbón, los quitamos con un colador, quitamos
lo más gordo con un colador. 

Y una vez hemos quitado lo más gordo con el colador, vamos a hacer una prueba, tenemos que tener a mano una patata pequeña o un huevo, nos sirven las dos cosas. Entonces echamos la patata o el huevo en el agua y vemos si flota, en el caso de que flote ya está, quiere decir que tenemos la proporción adecuada de cenizas y de agua. Si no flota, entonces quiere decir que tenemos que añadir más cenizas, solo tenéis que seguir añadiendo cenizas, removiendo, quitando con un colador, los trocitos de
carbón y echando la patata o el huevo hasta que flote. 

 Una vez ha flotado ya está, esa es la cantidad adecuada. Y no infravaloréis este producto porque nada más hecha la mezcla ya empieza a tener propiedades cáusticas por lo que, si tenéis la piel sensible sobre
todo mejor que lo manipuléis con guantes. 

Y una vez obtenida la proporción adecuada, gracias a la ayuda de la patata, patata que por cierto podemos reutilizar sin problemas enjuagándola bien. 

 Una vez tenemos nuestra mezcla, tenemos que dejar el preparado reposando un par de días. Lo tapamos un poquito, yo le suelo poner un cartón encima y lo dejamos dos días reposando y si os acordáis removedlo un par de veces al día.

Tened en cuenta que esta es una receta muy antigua y hay mil variantes de la misma, hay gente que echa agua caliente, que lo filtran el mismo día que lo han preparado, otros que lo dejan una semana entera macerando. Así que podéis ir probando a ver cuál es la variante que os funciona mejor. 

 Y una vez lo hemos dejado reposando 48 horas, tenemos que esperar a que las cenizas asienten bien en el fondo.
Y ahora ya es el momento de filtrarlo. Este paso hay que hacerlo con mucho cuidado, procurando no remover las cenizas del fondo. Lo filtramos con algo tan sencillo, como un paño, por ejemplo, como el que estoy usando yo aquí, que es un paño de algodón viejo, doblado varias veces, lo pongo encima de un colador y lo filtro así. 

 También podrías hacer un segundo filtrado, (no es imprescindible) una vez asentado este primer líquido que habéis colado, lo volvéis a filtrar porque veréis que siempre queda algo de ceniza en el fondo.

Y ya está, ya tenemos nuestra lejía de cenizas preparada para su uso. Veréis que tiene un tono así ligeramente amarillo, el color puede variar dependiendo de las cenizas que usemos. Tiene un olor muy
ligero, recuerda un poquito como a detergente, pero es un aroma suave. 

Antes de ver para qué lo podemos utilizar, tenemos que tener claras las precauciones. Una primera precaución es que esto es una sustancia ligeramente cáustica, por lo que nos protegeremos adecuadamente para evitar accidentes o dañar nuestra piel, nuestros ojos, etc. Por otro lado, esta lejía la podemos usar en muchas superficies, pero no en todas. Todas las superficies que sean muy delicadas o susceptibles a la corrosión, no son aptas porque podríamos dañarlas. Por ejemplo, metales, excepto acero inoxidable, todos los metales que se puedan corroer mejor no limpiarlos con este producto. 

Pero podríamos usarlo perfectamente para limpiar muchos tipos de suelos resistentes, para limpiar cristales, para limpiar la grasa de la cocina,  acero inoxidable, incluso para lavar la ropa. En mi caso, por ejemplo, lo uso como detergente de lavadora, a razón de una taza por lavado. Otro uso interesante que tiene es como insecticida. Y si lo vais a usar, de forma normal en el hogar, no hay problema. Pero
si lo queréis usar echándolo directamente sobre las plantas, entonces os recomendaría que no
uséis esta concentración que os he dado, porque creo que para usarlo sobre las plantas hay que hacer el producto mucho menos concentrado. Pero como no tengo experiencia pulverizando sobre plantas directamente os sugiero que vayáis a algún blog especializado en jardinería.

Y también es muy importante, por favor, etiquetar muy bien el envase para evitar accidentes domésticos.

 

Fátima Solé