La Saponaria Officinalis
es una planta que crece en tierras húmedas tanto de Europa Central y Meridional, como de América del Norte y Asia Occidental.
Antiguamente era muy
conocida, y se la llamaba planta lanaria, pues era muy utilizada por
aquellos que lavaban la lana.
Es muy fácil de
cultivar si se le proporciona humedad y suelo fresco, y podemos animarnos a
cultivarla incluso en macetas.
CÓMO HACER JABÓN
Tomaremos algunas raíces,
las lavaremos bien, y después las rallaremos o picaremos. El mejor
momento para recoger las raíces será justo antes o durante la
floración. También podemos recoger las raíces y secarlas para ser
aprovechadas más adelante.
Las pondremos a hervir en
agua, entre 5 y 10 minutos, la proporción será de entre 30 y
100 gramos de raíz por litro de agua (planta seca la mitad),
dependiendo de lo concentrado que queramos el jabón. Después lo
dejaremos reposar tapado como mínimo una hora.
Podemos reutilizar las
raíces ralladas, una vez colado el jabón, y repetir los pasos
anteriores, la segunda vez preferiblemente con un poco menos de agua.
Champú
Si se va a utilizar como
champú natural, podemos echar a la decocción la misma cantidad que
hayamos echado de saponaria, pero de alguna otra planta que nos ayude
a fortalecer el cabello, como puede ser romero o cola de caballo.
Esta otra planta se puede añadir tanto al principio de la decocción como
al final, aunque es preferible al final.
El Problema de la
Espuma
Hay que tener presente,
que este tipo de jabones naturales cuando se usan como champú no
hacen prácticamente espuma, a pesar de ser ricos en saponina, por lo
que limpian igual. Si se van a utilizar como gel y queremos que haga
un poco de espuma, hay que usar una esponja de baño.
USOS MEDICINALES
Aunque el uso medicinal
de la saponaria fue eclipsado por sus virtudes como jabón natural, no
podemos olvidar que también se la conoce por sus propiedades
mucolíticas, expectorantes, depurativas... entre otras, aunque es
una planta que siempre hay que tomar con precaución, pues utilizada
de forma incorrecta puede tener efectos indeseables.
En uso externo, ya sea
como cataplasma, o aplicando la misma decocción que se hace para el
jabón, es excelente para aliviar problemas de piel como eccemas y
erupciones cutáneas descamativas y pruriginosas.
DÓNDE CONSEGUIR LA
SAPONARIA
En algunas tiendas online
podéis conseguir las semillas o incluso la planta. Este es el sitio
donde compré yo las mías, y también venden la planta:
Por otro lado, si buscáis
en redes de intercambio de semillas ecológicas en internet, es muy
probable que también la encontréis.
Más ideas para
sacarle partido
El artículo sobre las nueces de lavado os puede dar ideas para sacarle partido a la
saponaria officinalis, pues este jabón funciona de la misma forma.
Aunque, veréis que es un tanto diferente en cuanto a su acción,
todo depende de gustos. A mí, por ejemplo, las nueces de lavado me
gustan más para lavar la ropa y como limpiador multiusos, y la
saponaria officinalis como champú y gel.
Os animo a
cultivarla y a descubrir y compartir otras formas de vivir sin
tóxicos, siendo cada vez más autosuficientes. El cóctel de
tóxicos químicos que el sistema de vida actual ha normalizado es
demencial y el origen de muchos problemas de salud, sobre todo a
largo plazo. Tantos tóxicos destruyen la salud de las personas y el
medio ambiente, pero engordan los bolsillos de unos pocos, que son
los que mueven los hilos del mundo, por eso nunca habrá un interés
real en retirarlos y concienciar a la gente. Si no lo hacemos
nosotros, nadie lo va a hacer.
Fátima Solé
Naturópata
BIBLIOGRAFÍA
Gran Enciclopedia de las Plantas Medicinales, Berdonces i Serra.
Las nueces de lavado son
una maravillosa opción para aquellos que huyen de los productos
tóxicos en el hogar. Proceden de un arbusto originario de la India y Nepal,
cuyo nombre científico es Sapindus Mukorossi. Nos dan un jabón 100 % natural, que podemos utilizar como:
Detergente para la
lavadora
Detergente para el
lavavajillas
Detergente multiusos
para el hogar (cocina, baños, suelos, cristales...)
Gel de baño
Champú
Champú para
mascotas
Suelen vender las
cáscaras de las nueces, aunque también las podemos encontrar
enteras. La gran ventaja que tienen estas nueces de lavado, es que
son versátiles y económicas, si se les sabe sacar partido. La
desventaja es que no siempre son fáciles de encontrar, aunque por
suerte ya hay bastantes lugares en la red donde se pueden comprar, y
cada vez más tiendas ecológicas apuestan por ellas.
Desde aquí animo a los
agricultores ecológicos a que las cultiven, para que así podamos
adquirir las nueces sin que hayan hecho miles de kilómetros, la
parte menos ecológica de las mismas, puesto que a menudo vienen de
la India.
USO HABITUAL
Normalmente cuando
adquirimos las nueces, en las instrucciones nos explican cómo
usarlas tanto en la lavadora como en el lavavajillas. Así pues,
suelen recomendar unas 6 u 8 mitades de nuez (cuando vienen
las cáscaras partidas) en un saquito o calcetín atado dentro de la
lavadora, y que nos sirve para unas 3 veces. Exactamente lo mismo
para el lavavajillas.
Pero
si hacemos un líquido multiusos, tal y como os explico a
continuación, unas 20 mitades de las nueces nos darán unos 2 litros
de jabón natural, que durará unas 3 ó 4 semanas a
temperatura ambiente, y al que le podremos sacar mucho partido..
CÓMO
HACER DETERGENTE NATURAL LÍQUIDO
Primer Paso
Echaremos 20 mitades de
nuez en un recipiente apto para el fuego, junto con 5 vasos de
agua fría. Lo calentaremos y cuando rompa a hervir, lo dejaremos
tapado a fuego suave unos 20 minutos. Pasado este tiempo, apagamos el
fuego y lo dejamos reposando una hora como mínimo. Después colamos
y guardamos el líquido resultante en un recipiente (botella,
garrafa, bote, etc).
Segundo paso
Vamos a seguir utilizando
las mismas nueces que hemos colado. Las volveremos a poner al fuego,
esta vez con 4 vasos de agua fría, otros 20 minutos. Repetiremos el
mismo proceso anterior, dejándolo reposar una hora mínimo una vez
apagado el fuego.
Tercer Paso
Una vez coladas las
nueces, las pondremos en una batidora de vaso con 2 vasos de agua
fría, y batiremos apenas unos segundos (si no tenemos batidora de
vaso, sirve una batidora de brazo, o lo que tengamos para esa
función).
Veréis que hacen mucha
espuma. Echamos el “batido”, incluyendo todas las cáscaras
trituradas, en un recipiente para el fuego, asegurándonos de que es
lo bastante ancho, ya que esta vez la espuma subirá bastante.
Añadiremos un tercer vaso de agua y las pondremos a cocinar 15
minutos a fuego suave.
Si veis que hace mucha
espuma, que es lo que suele pasar, id removiendo lentamente durante
unos minutos hasta que baje.
Pasados los quince
minutos, apagamos el fuego y dejamos reposar tapado un mínimo de una
hora. Colar.
Cuarto Paso
Reutilizaremos por cuarta
vez las nueces, una vez las colamos, volveremos a ponerlas al fuego
con 2 vasos de agua fría, hirviendo durante otros 15 minutos, y
repitiendo todo el proceso que hemos hecho cada vez, aunque esta vez
ya no vamos a reutilizarlas y habremos terminado.
EL OLOR
No os dejéis engañar
por el mal olor que notaréis la primera vez que las uséis. Es
verdad, tienen un olor un tanto desagradable, pero no permanece en la
ropa ni en las superficies, y además podemos añadirles aromas
naturales para neutralizarlo si queremos. A mí me gusta mucho echar
unas gotas de aceites esenciales a este jabón, ya que lo
complementan muy bien.
IDEAS DE USO DEL
JABÓN NATURAL:
Estos son algunos de los
usos que le podemos dar a este jabón. A todo el mundo no le gustará
para todo, por eso lo mejor es ir probando y cada uno que vea para
qué cosas le gusta más.
Detergente para la
ropa
Se puede aromatizar con
unas gotas de aceite esencial de limón, lavanda, verbena, azahar,
geranio... En un litro de jabón podemos echar, por ejemplo, entre 8
y 20 gotas del aceite esencial escogido, dependerá del gusto
personal de cada uno.
Necesitaremnos unas 3 ó
4 cucharadas soperas de jabón por lavado. Algunos dicen que funciona
mejor si el agua está algo caliente, aunque yo lo uso con agua fría
sin problemas. Si la ropa está muy sucia, podéis complementar con
una cucharada de bicarbonato. Este es un detergente natural, no lleva
blanqueadores químicos que engañan al ojo para que los tejidos
tengan un blanco impoluto, por lo que para la ropa blanca a todo el
mundo no le gusta. Puede que el aceite esencial de limón nos ayude a
blanquear un poco de forma natural, pero el resultado nunca será el
de los blanqueadores químicos.
Es mejor no abarrotar la
lavadora de ropa, como se recomienda con todos los detergentes, pero
en este caso, al tratarse de un detergente natural, es más
importante tener esto en cuenta.
Veréis que deja la ropa
suave y con aroma a limpio, sin químicos.
Detergente para el
lavavajillas
Podemos añadirle aceite
esencial de limón que contribuirá a la acción desengrasante. Se
suele llenar el cajetín del lavavajillas con este jabón. Si los
platos están muy sucios o el lavavajillas muy lleno puede que no sea
suficiente.
Detergente
multiusos
Podemos mezclarlo con
unas gotas de aceite esencial de lavanda, limón, pino, eucalipto
azul (citriodora), romero, clavo... aceites esenciales que
potenciarán la acción desinfectante y a la vez le darán un
agradable aroma.
Funciona tal cual, lo
ponemos en un espray, y pulverizamos sobre la superficie a limpiar,
pasando después un paño, no necesita aclarado.
O podemos usarlo a modo
de jabón con una bayeta, estropajo etc., para limpiar baños,
cocinas etc
También se puede echar a
modo de líquido limpiador para el suelo, un chorrito en un cubo de
agua.
No infravaloréis el
poder de este detergente natural, deja los suelos brillantes como el
mejor limpiador químico, y con la grasa de la cocina va genial (y
aún más si complementamos con unas gotas de aceite esencial de
limón), al igual que hace con baldosas, baños, cristales y
diferentes superficies.
Gel de baño
Algunos aceites
esenciales con los que lo podemos mezclar: azahar, romero, geranio,
lavanda, verbena... que son aceites que cuidan nuestra piel a la vez
que tienen un aroma agradable. Si lo vamos a usar como jabón para
bebés, tendremos en cuenta las precauciones y recomendaciones del
aceite esencial en cuestión, pues podría no ser apto para el bebé.
Si queremos que haga algo
de espuma, deberemos aplicarlo sobre una esponja.
Champú
Como champú podemos
añadirle unas gotas de aceite esencial de romero, cedro, ciprés,
todos ellos previenen la caída del cabello y lo fortalecen. O el
aceite esencial de ylang ylang que tonificará y dará brillo al
pelo.
Es un champú que, aunque
limpia el pelo perfectamente gracias a su riqueza en saponina, no
hace espuma, y no deja todo tipo de cabellos igual, es cuestión de
probar y ver qué resultados nos da. Se dice que además este jabón
de nueces también previene la caída del cabello.
Champú para
mascotas
Si lo vamos a utilizar
para bañar a nuestras mascotas, podemos mezclarlo con algunos
ingredientes que potencien su acción preventiva contra insectos a la
vez que cuiden su pelo y piel. De todos modos, tendremos en cuenta
que todos los aceites esenciales no son aptos para todas las
mascotas.
Algunas ideas para
mezclar el jabón son: aceite esencial de citronela, aceite esencial
del árbol del té, vinagre de manzana, aceite vegetal de neem.
A
partir de ahí fui haciendo mis propias pruebas y acabé con los
resultados que os he explicado.
Os animo a utilizar las
nueces de lavado, a probarlas en todos los usos que se os ocurran, a
quedaros con los que más os gusten y a contárselo a la gente.
Poder eliminar productos
de limpieza y cosmética cargados de tóxicos no tiene precio, y
además estas nueces nos ayudan a ahorrar y a ser más
autosuficientes.
También os animo, si
tenéis un huerto o terreno, a cultivar este árbol, y si sale
adelante, ya no dependeréis de nadie para tener jabón 100 por cien
natural.
OTROS VIDEOS QUE NOS ENSEÑAN A UTILIZAR LAS NUECES
El canal de Youtube de mi amiga Mari, Organicforu, excelente si os interesa saber más sobre limpieza y cosmética natural ecológica, aquí algunos de los videos que tiene sobre el tema:
Este jarabe es uno de mis favoritos
porque es el único que me va bien cuando nada más funciona, por
ejemplo cuando alguna gripe nos deja de regalo una tos resistente,
del tipo que sea, o los bronquios algo cargados. Es muy fácil de hacer, con
ingredientes que normalmente tenemos en casa, o que no son difíciles
de encontrar. Esto es lo que necesitaremos:
La cáscara de 4 limones
10 higos secos
30 grs. (6 cucharadas) de tomillo seco (thymus
vulgaris). Si usamos la planta fresca, 60 grs. (12 cucharadas).
30 grs. (6 cucharadas) de romero seco (rosmarinus
oficinalis). Si usamos la planta fresca, 60 grs. (12 cucharadas).
4 ramitas de canela, de unos 7 u 8
cms cada una.
Una taza de azúcar moreno.
Un litro de zumo de uva negra
(mosto).
Además podemos añadir si
queremos, aunque es opcional, 2 cucharadas de raíz de regaliz (Glycyrrhiza glabra) y
otras 2 de raíz de malvavisco (althaea officinalis).
Quiero incidir en la importancia de
utilizar los ingredientes, a poder ser, de origen ecológico para
evitar añadir tóxicos innecesarios que ningún bien nos van a
hacer. Si no se puede obtener todo orgánico, por lo menos intentar
que los limones y la regaliz lo sean, pues la piel del limón si no
es ecológico, por mucho que la lavemos, puede estar cargada de restos de pesticidas, ceras... y
la regaliz suele proceder de suelos muy contaminados.
CÓMO SE PREPARA
Se echan todos los ingredientes en un
cazo, se pone a calentar, y una vez hierva, lo dejamos a fuego bajo
unos 40 minutos, tapado y removiendo de vez en cuando. Luego sólo
hay que esperar a que enfríe, colamos y metemos en un frasco de
cristal que podemos guardar en la nevera durante un máximo de quince
días. Se puede aprovechar el envase del mosto que hemos utilizado
para guardar el jarabe.
CÓMO SE TOMA
Al ser un jarabe natural no hay normas
fijas, pero en general se suele tomar una cucharada para adultos y
una cucharadita para niños varias veces al día, aunque durante las
primeras horas se puede tomar un poco más si fuese necesario. Es
importante agitar el frasco antes de usarlo.
Fátima Solé
Naturópata
IMPORTANTE:
ESTA INFORMACIÓN NO ES, NI SUSTITUYE
EN NINGÚN CASO LA CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL
PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.