En el mundo de las plantas medicinales, la Ashwagandha (Withania somnifera) está entre las más fascinantes y versátiles. Esta joya de la naturaleza, con una tradición milenaria en el Ayurveda y la medicina africana, está siendo cada vez más utilizada por los múltiples beneficios que se le atribuyen. Pero, ¿qué hace a esta planta tan especial?
Un vistazo general a la Ashwagandha
El nombre "Ashwagandha" proviene del sánscrito y significa "olor a caballo", debido al aroma característico de su raíz fresca. Aunque su fragancia inicial puede ser peculiar, al secarse se desvanece. Cultivar esta planta es sencillo: si puedes cultivar tomates, probablemente puedas cultivar Ashwagandha. Solo requiere un clima cálido, sol abundante y riegos moderados.
Propiedades atribuidas tradicionalmente:
Reguladora del sueño: aunque su nombre botánico (somnifera) evoca propiedades sedantes, su acción no es inmediata. Se considera que la Ashwagandha regula los ciclos de sueño, favoreciendo un descanso reparador tras un tiempo de uso. La ventaja de esto, es que se puede tomar a cualquier hora del día.
Adaptógena: como planta adaptógena, se la ha valorado tradicionalmente por ayudar al organismo a enfrentar cambios físicos, emocionales y ambientales, apoyando su equilibrio en épocas de estrés o fatiga.
A lo largo de los siglos, se le han atribuido propiedades calmantes, antioxidantes, antiinflamatorias, inmunomoduladoras, y muchas más. Investigaciones recientes están comenzando a respaldar muchos de estos usos tradicionales.
Usos y aplicaciones
Tradicionalmente, la Ashwagandha se ha empleado para una variedad de situaciones:
Fortalecimiento y vitalidad: para situaciones de debilidad o fatiga, ya sea física o mental.
Estrés y ansiedad: como apoyo para aliviar el agotamiento nervioso y promover una sensación de bienestar. Se considera una planta de acción lenta, cuyos beneficios se perciben después de un tiempo de uso que puede variar.
Apoyo en el envejecimiento: utilizada como planta rejuvenecedora en el Ayurveda, se considera que fortalece músculos, memoria e inmunidad.
Como apoyo en enfermedades degenerativas: como artritis, fibromialgia, fatiga crónica...
Salud sexual y fertilidad: se considera que mejora la función sexual femenina y la fertilidad masculina.
Apoyo cognitivo: se cree que podría mejorar la memoria y las capacidades mentales.
Formas de uso y preparación
En Occidente, la raíz es la parte más conocida y utilizada, y es en la que nos centramos aquí (aunque hojas y semillas también han tenido diversos usos). Se utiliza en polvo o troceada, mezclada con otros ingredientes o como decocción. Cada formato tiene sus ventajas:
En polvo: puede mezclarse con agua o alimentos, aunque se recomienda adquirirla de fuentes confiables para evitar adulteraciones.
Decocción: tradicionalmente preparada con leche (también vegetal si contiene grasa), pues ayuda a extraer mejor los principios activos. Puede acompañarse de especias como pimienta negra, canela o jengibre para potenciar su sabor y propiedades. Generalmente la decocción se prepara hirviendo la raíz con la leche unos minutos a fuego suave (entre 10- 20 min.).
La cantidad habitual varía según las necesidades: como tónico general, se suele ingerir un gramo diario. En situaciones específicas, la cantidad puede aumentar hasta 3-10 gramos por día, siempre bajo supervisión.
Precauciones a tener en cuenta
Embarazo, medicamentos, glucosa: consulta siempre con un experto antes de su uso si estás embarazada. También si tomas medicación, pues la planta podría interactuar con la medicación. La ingesta de ashwagandha puede afectar los niveles de glucosa.
Interacciones: puede alterar los efectos de los barbitúricos.
Sensibilidad a las solanáceas: al pertenecer a esta familia, podría ocasionar reacciones en personas sensibles, aunque suele ser raro, pero hay que tenerlo en cuenta.
La Ashwagandha es mucho más que una planta; podría ser un aliado ancestral para el bienestar. Si puedes, ¡cultívala en casa y descubre este regalo de la naturaleza! Espero que esta guía te inspire a conocer más sobre esta increíble planta.
IMPORTANTE
ESTA INFORMACIÓN NO ES NI SUSTITUYE, LA CONSULTA, TRATAMIENTO, O DIAGNÓSTICO, DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA
El Camino de Las Hierbas Ayurvédicas, Karta Singh Khalsa, Michael Tierra.
Alquimia de las hierbas. Rosalee de la Forêt.
Botanical Safety Handbook, Second Edition American Herbal Products Association.
Enciclopedia de plantas medicinales, Andrew Chevallier.
Fátima Solé