INGREDIENTES
- Ajos pelados, cortados muy finos, picados o rallados.
- Miel (preferentemente ecológica y cruda.
PREPARACIÓN
- Introducir el ajo en un envase y cubrir completamente con la miel. Remover y tapar. Dejar a temperatura ambiente alejado de la luz y de fuentes de calor. Si se remueve de vez en cuando se hace antes.
- Aunque es mejor que macere durante 8 horas, normalmente a las 4 horas ya tendremos líquido suficiente, por lo que si hace falta se puede comenzar a tomar. Después de 8 horas, el resultado será un jarabe líquido que podremos colar fácilmente. Una vez colado, guardar en la nevera máximo dos o tres días.
Si estáis acostumbrados a otros jarabes de miel como el de cebolla, notaréis que este es más fuerte, ya que el sabor a pesar de ser dulce, conserva los matices picantes y aromáticos del ajo.
En procesos agudos se puede ingerir desde una cucharadita a una cucharada cada poco tiempo, por ejemplo cada hora o cada dos horas. A medida que se mejora se van espaciando las tomas.
En procesos agudos se puede ingerir desde una cucharadita a una cucharada cada poco tiempo, por ejemplo cada hora o cada dos horas. A medida que se mejora se van espaciando las tomas.
En el caso de procesos largos, 3 ó 4 veces al día es una buena opción.
Aunque se puede tomar a cualquier hora, en ayunas o después de las comidas, si se es un poco sensible al ajo probablemente siente mejor después de las comidas.
QUIENES LO PUEDEN TOMAR
Este jarabe es apto para cualquiera que pueda incluir, y tolere bien, el ajo crudo y la miel en su dieta de manera habitual.
En el blog también tenéis esta entrada en la que encontraréis otras variedades muy utilizadas de estos jarabes con miel. El de cebolla y de zanahoria son dos de los más populares.
IMPORTANTE:
ESTA INFORMACIÓN NO ES, NI SUSTITUYE, LA CONSULTA, TRATAMIENTO, O DIAGNÓSTICO, DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.
Fátima Solé
Blogger, youtuber, naturópata.