martes, 4 de octubre de 2011

JENGIBRE Y CÁNCER DE OVARIO

El jengibre es ya de por sí un alimento que no debe faltar en nuestra despensa, pues es una verdadera joya medicinal, beneficioso en múltiples aspectos, rico en antioxidantes, utilizado y muy valorado desde la antigüedad por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, ingerido contra malestares digestivos,  náuseas y mareos (viajes, embarazo...), artritis, dolores musculares, alergias, flatulencia, resfriados, gripes, congestión bronquial, etc. Actualmente incluso es utilizado por algunos profesionales para reducir el malestar producido por la quimioterapia o después de algunas intervenciones quirúrgicas.
Pero ahora tenemos un motivo más para tenerlo presente, sobre todo las mujeres. Investigadores de la Universidad de Michigan Comprehensive Cancer Center, han descubierto que esta raíz, no sólo destruye las células cancerígenas del ovario, sino que además elimina un problema habitual en este tipo de cáncer, que es la resistencia que desarrollan las células a los tratamientos convencionales.
Parece que las células cancerígenas se autodestruyen de dos formas al ser expuestas al jengibre. Por un lado mediante "suicidio" o apoptosis, y por el otro devorándose a sí mismas, fenómeno conocido como autofagia.
Además, el estudio ha llegado a la conclusión de que el jengibre funciona tan bien o incluso mejor destruyendo las células cancerígenas, que los tratamientos convencionales de quimioterapia.
Podemos añadir jengibre en nuestra dieta diaria, ya sea rallado en ensaladas, en infusión,  sopas y caldos, como rodaja a modo de caramelo... Preferiblemente que sea jengibre procedente de agricultura ecológica, porque cuando comemos un alimento que ha sido tratado con químicos tóxicos, además de los principios saludables del alimento o de la planta, estamos ingiriendo venenos que obstaculizan los posibles beneficios que esperamos.
Pero no olvidemos que el jengibre sólo será una pieza del puzle. Ayudar a nuestro cuerpo a regenerarse y a estar en mejores condiciones, requiere una serie de hábitos saludables en conjunto. Si logramos adquirirlos y a la vez conocer las herramientas naturales que tenemos, por lo menos le estaremos dando a nuestro organismo más posibilidades de mejorar.
Sobre todo si tenemos en cuenta que actualmente la mayoría de los seres vivos estamos expuestos habitualmente a agresiones tóxicas, de radiaciones... etc., que a menudo escapan a nuestro control y que desgraciadamente el sistema ha normalizado hasta el punto de que mucha gente ni es consciente de ellas. Por eso, todas las herramientas que estén en nuestra mano para darle al cuerpo facilidades para regenerarse y liberarse de estrés tóxico, serán muy valiosas.
Aunque este es un estudio preliminar, va en la línea de lo que la medicina natural y tradicional ha defendido siempre, que el jengibre es una verdadera joya medicinal, inestimable en todo tipo de dolencias. El jengibre es barato, fácil de conseguir por cualquiera, hasta podemos cultivarlo en una maceta en casa.
Así que no hay forma de que una farmaceútica engorde sus arcas vendiendo jengibre. Por eso incluso si este tipo de estudios se financiaran hasta el final para llegar a pruebas concluyentes e irrefutables, sería sorprendente que vieran la luz de forma espectacular, ya que sería más probable que quedaran arrinconadas en algún cajón de un despacho oscuro como mera anécdota, y no sería la primera vez... ¿O todavía hay quien cree que el empeño por ningunear y desprestigiar los remedios ancestrales de la naturaleza no tiene nada que ver con intereses económicos? No podemos seguir mirando hacia otro lado, es hora ya de despertar y de dejar de apoyar a una industria que sólo busca cronificar, no curar, como ya denunció este verano el Premio Nobel de Química Thomas Steitz.
Y en cuanto a los principios activos aislados de una planta o alimento medicinal, preguntémonos por qué en cuanto los aislan en forma de medicamento, empiezan a provocar resistencias o efectos secundarios que antes, consumidos directamente en su forma natural, no daban (la prueba son miles de años de uso, aunque para algunos, esto no es suficiente). Eso sí, cuando aislan el principio activo, lo que sí da, es mucho dinero a quien lo vende bajo algún nombre enrevesado que dé apariencia de algo muy científico y serio. He aquí la mano del hombre, de la ciencia, "mejorando" a la naturaleza... ¿o, deberíamos decir, haciendo multimillonarios a unos pocos?

Fátima Solé, Naturópata.

IMPORTANTE: ESTA INFORMACIÓN ES SÓLO A MODO DE ARTÍCULO INFORMATIVO, EN NINGÚN CASO ES O SUSTITUYE, LA CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.

ENLACES RECOMENDADOS:
- El Fármaco que cura no es rentable
BIBLIOGRAFÍA: Vitaminas, Minerales y Plantas Medicinales, Reader's Digest Selecciones, 2003.